Hace unos días el Presidente Sr. Zapatero en su comparecencia en el Congreso admitía que no estamos en condiciones de generar empleo y no garantiza que no volvamos a caer en recesión. No se da cuenta que no hemos salido de ella, pues el poco crecimiento que ha habido en el 3er trimestre se debe a la subida de impuestos. Del tono optimista de hace un año se pasa al pesimismo.
Ante esta situación y si añadimos el rescate económico de Irlanda por su burbuja inmobiliaria, los inversores salen corriendo de nuestros mercados financieros.
España goza de buena salud económica, mejor que muchos de nuestros países vecinos, pero el crecimiento de su deuda y las dudas sobre si la vamos a pagar, por falta de competitividad, estancamiento y por lo tanto falta de generación de ingresos señalan que el año 2011 nos tendrán que rescatar y esto será para la moneda única el comienzo del fin.
España tiene solución, pero el gobierno sigue empeñado en distraernos con otros temas que no favorecen a nadie. El crecimiento debe venir por otras fuentes. El querer crecer con más impuestos y menos gasto público solo favorece a la competencia. El BCE ahora nos aplaude, pero estos siempre han estado equivocados con respecto a España, y son también responsables de la situación que estamos sufriendo.
Busquemos soluciones realistas, si no no hay quien nos salve y siempre sin tocar el estado del bienestar.